martes, 17 de julio de 2012

PARÁBOLA DEL BUEN SAMARITANO

Lc 9, 25-37

Sentado en un sucio banco de piedra
en cualquier rincón de la ciudad,
espera el pobre Jacinto
unos céntimos para su estómago llenar.
Sobre sus espaldas tantos años
que le hacen recordar,
y al lado de su incómodo sitio
una botella de vino para olvidar.
Con dos sacerdotes a los lados
pasa el Obispo del lugar:
"Tranquilo viejo Jacinto,
seguro que Dios proveerá".
Un joven voluntario de una asociación
se le acerca y le da
un poco de fría comida
y un trozo de duro pan.
Y el viejo le pregunta:
"¿Te quedas conmigo a charlar?"
Pero el joven se marcha respondiendo:
"No puedo, tengo que repartir más"
Pasa el rico patrón de la fábrica
con todo su abundante dineral,
se dirige al anciano y le dice:
"Esto te pasa por no trabajar..."
Mas el patrón se da media vuelta
y algunas monedas le quiere dar:
"Para que veas que soy un buen cristiano
y cumplo con el precepto de la caridad."
Y Jacinto le mira y le pregunta:
"¿Me das un cigarrillo para fumar?"
Peo alzando la voz el rico le contesta:
"¡Para vicios quieres mendigar!"
Tira su enorme puro, fuertemente lo pisa,
sarcásticamente sonríe y con digno aire se va.
Un niño que por allí pasa
toca a Jacinto y grita:
"¡Mamá, mamá, un mendigo de verdad!"
La madre coge a su hijo y le recrimina:
"¡No toques a ese pobre que te puede infecatar!"
Pero el viejo y cansado Jacinto le reclama:
"¡Déjale, mujer, solo quería jugar!"
Y la madre con fuerte voz le grita:
"¡Para juegos con pordioseros mi niño no está!"
Y cuando cae la oscura y negra noche
y las estrellas del cielo todo empiezan a iluminar,
un joven cansado y derrotado por el paro
viene de todo el día un trabajo digno buscar...
Jacinto torpemente se levanta y le pregunta:
"¿Tienes un pitillo para fumar?"
Y el joven le contesta:
"Solo tengo uno, pero toma, que más da..."
Y sentado cerca del viejo
los dos empiezan a hablar,
rien y lloran por las historias
que Jacinto cuenta sin parar.
Ya parece tarde y el joven se va a marchar,
se incorpora y pregunta al anciano:
"¿Te vienes a mi casa a cenar?"
Y Jacinto, con lágrimas en los ojos, le dice:
"No lo sé, hace mucho que nadie me invita, la verdad..."
Y el joven del brazo le coge
y con cariño se lo lleva diciendo:
"No se hable más... No tengo mucho que ofrecerte,
amigo, pero contigo compartiré mi pan."

Y JESÚS HOY A TI TE PREGUNTA:
"¿QUIÉN DE TODOS ELLOS
MÁS CERCA DEL REINO ESTÁ?"

jueves, 5 de julio de 2012

CURSILLOS DE CRISTIANDAD EN EL MUNDO...

Sigamos en oración por los Cursillos de Cristiandad que se van a celebrar en todo el mundo... Hoy, más que nunca, urge anunciar el evangelio por hombres y mujeres que viven la fe con intensidad, sinceridad y humiladad... Tu testimonio y oración es fundamental y necesario para seguir construyendo, aquí y ahora, el Reino...
 
Por ello, durante este fin de semana, acuérdate en tus oraciones de los Cursillos que se van a vivir, con la confianza puesta en que el Señor derramará su Espíritu sobre todas y cada una de las personas que vivirán tan gozosa experiencia...


miércoles, 4 de julio de 2012

UN "MENDIGO" CONFESÓ AL PAPA


Un sacerdote norteamericano de la diócesis de Nueva York se disponía a rezar en una de las parroquias de Roma cuando, al entrar, se encontró con un mendigo. Después de observarlo durante un momento, el sacerdote se dio cuenta de que conocía a aquel hombre. Era un compañero del seminario, ordenado sacerdote el mismo día que él. Ahora mendigaba por las calles.

El cura, tras identificarse y saludarle, escuchó de labios del mendigo cómo había perdido su fe y su vocación. Quedó profundamente estremecido.

Al día siguiente, el sacerdote llegado de Nueva York tenía la oportunidad de asistir a la Misa privada del Papa al que podría saludar al final de la celebración, como suele ser costumbre. Al llegar su turno sintió el impulso de arrodillarse ante el Santo Padre y pedir que rezara por su antiguo compañero de seminario, y describió brevemente la situación al Papa.

Un día después recibió la invitación del Vaticano para cenar con el Papa, en la que solicitaba llevara consigo al mendigo de la parroquia. El sacerdote volvió a la parroquia y le comentó a su amigo el deseo del Papa. Una vez convencido el mendigo, le llevó a su lugar de hospedaje, le ofreció ropa y la oportunidad de asearse.

El Pontífice, después de la cena, indicó al sacerdote que los dejara solos, y pidió al mendigo que escuchara su concesión. El hombre, impresionado, le respondió que ya no era sacerdote, a lo que el Papa contestó: "una vez sacerdote, sacerdote siempre". "Pero estoy fuera de mis facultades de presbítero", insistió el el mendigo. "Yo soy el obispo de Roma, me puede encargar de eso", dijo el Papa.

El homobre escuchó la confesión del Santo Padre y le pidió a su vez que escuchara su propia confesión. Después de ella lloró amargamente. Al final Juan Pablo II le preguntó en qué Parroquia había estado mendigando y le designó asistente del párroco de la misma y encargado de la atención a los mendigos.

Fuente: Solidaridad.net

martes, 3 de julio de 2012

TU ORACIÓN ES FUNDAMENTAL!!!


Quedan 143 días para el Cursillo de Cristiandad Nº 228 de la Diócesis de Burgos, que viviremos los días 23, 24 y 25 de noviembre... Parece mucho, pero tu oración es necesaria desde ya... Por ello, te pedimos que durante este verano, en el algún momento, pongas delante del Señor el Cursillo, con confianza, alegría y esperanza, sabiendo que el Señor cuenta personalente contigo para construir su Reino, para anunciar su evangelio...
 
Te adjuntamos la "Oración por el Cursillo de Cristiandad", para que puedas rezarla, junto con un Padre Nuestro y un Ave María...
 
Ahora, más que nunca, estás llamado a ser testigo y vocero de Cristo, de la Buena Nueva de su Reino...