domingo, 29 de septiembre de 2013

EVANGELIZANDO @

Más de 500 personas de todo el mundo han participado ya en las catequesis on-line que imparte el Obispo de Palencia, Mons. Esteban Escudero, sobre el catecismo a través de evangelizaciondigital.com y que retoma desde esta semana la recta final del Año de la Fe.
Mons. Escudero Torres se sumó un día al esfuerzo para evangelizar el continente digital y no ha parado desde hace dos años. Colabora con Evangelización Digital (http://www.evangelizaciondigital.com) y cada martes se conecta a través de su ordenador con personas del todo el mundo que participan en sus catequesis on-line.
Esta semana retoma el ciclo de charlas sobre el Compendio del Catecismo que comenzó con motivo del Año de la Fe. Ha impartido ya 45 sesiones, y este pasado martes 22 de septiembre, a las 22:00 h., iniciaba la recta final con las 9 restantes.
En las catequesis digitales del Obispo de Palencia han participado ya más de 500 personas de diversos rincones del mundo: desde Canadá y EE.UU, México, Centroamérica, Argentina, Chile, Alemania, Austria o España hasta, incluso, Arabia Saudí.
Cada domingo posterior a la charla, estas catequesis se reparten impresas en las parroquias de la http://www.diocesispalencia.org 
La participación es gratuita y sencilla, y basta un ordenador conectado a Internet para disfrutarlas a través de la web de http://www.evangelizaciondigital.org/encuentros-on-line/catequesis
Mons. Esteban Escudero aporta así su sabiduría y experiencia al esfuerzo para evangelizar el continente digital que el Papa les pidió en 2010 a todos los sacerdotes del mundo. Comenzó reflexionando on-line con los jóvenes sobre los contenidos del Youcat. Como doctor en filosofía y profesor de filosofía de la religión, se ofreció a dirigir charlas sobre el atrio de los gentiles e impartió varias sobre las huellas de Dios en el hombre y en el mundo. Desde entonces, esté donde esté, se conecta cada semana con su ordenador a Internet y, acompañado de un material visual de apoyo, Mons. Escudero conversa con quien quiera sumarse a esta comunidad virtual.
En las próximas 9 catequesis, el Obispo de Palencia abordará temas como el amor de Dios, el amor a la familia y su misión en la sociedad, el respeto a la vida, el amor y las fuentes de la vida, el Domund en el Año de la Fe, el cristiano y los bienes del mundo, verdad y limpieza de corazón, cómo orar con el Padrenuestro, y la Festividad de Cristo Rey.

viernes, 20 de septiembre de 2013

ENTREVISTA AL PAPA


Te puedes descargar, en el siguiente enlace, la entrevista completa que el Director de la Revista "La Civilta Cattolica" ha hecho al Papa recientemente... ¡Que no te cuenten solo lo que a algunos les interesa! El texto completo es un ejemplo de amor y servicio del Papa a Cristo y a su Iglesia...

martes, 17 de septiembre de 2013

CATÓLICOS Y POLÍTICA

“Un buen católico debe entrometerse en política, dando lo mejor de sí, para que el gobernante pueda gobernar”, dice el Papa Francisco

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Humildad y amor son características indispensables para quien gobierna, mientras que los ciudadanos, sobre todo si son católicos, no pueden desinteresarse de la política: lo dijo el Papa Francisco la mañana de ayer lunes durante la Misa en la Casa de Santa Marta, invitando también a rezar por las autoridades.

El Evangelio del centurión que pide con humildad y confianza la curación del siervo y la carta de San Pablo a Timoteo con la invitación a rezar por los gobernantes, dieron el argumento al Pontífice para “reflexionar sobre el servicio de la autoridad”. Quien gobierna – afirmó Francisco – “debe amar a su pueblo”, porque “un gobernante que no ama, no puede gobernar: al máximo podrá disciplinar, poner un poco de orden, pero no gobernar”. El Santo Padre citó a David, “a cómo amaba a su pueblo”, tanto que después del pecado del censo pide al Señor de no castigar al pueblo sino a él. Así, “las dos virtudes de un gobernante” son el amor por el pueblo y la humildad:
No se puede gobernar al pueblo sin amor y sin humildad. Y cada hombre, cada mujer que tiene que tomar posesión de un servicio público, debe hacerse estas dos preguntas: “¿Amo a mi pueblo para servirle mejor? ¿Soy humilde y oigo lo que dicen todos los otros, las diferentes opiniones para elegir el mejor camino? “. Si no se hace estas preguntas su gobierno no va a ser bueno. El hombre o la mujer gobernante – que ama a su pueblo, es un hombre o una mujer humilde.

Por otra parte, San Pablo exhorta a los gobernantes a elevar oraciones “por todos aquellos que están en el poder, para que podamos conducir una vida calma y tranquila”. Los ciudadanos- observó el Papa- no pueden desinteresarse de la política:

Ninguno de nosotros puede decir: “Yo no tengo nada que ver con esto, son ellos los que gobiernan… No, no, yo soy responsable de su gobierno y tengo que hacer lo mejor, para que ellos gobiernen bien y tengo que hacer lo mejor por participar en la política como pueda.” La política – dice la Doctrina Social de la Iglesia – es una de las formas más elevadas de la caridad, porque sirve al bien común. No puedo lavarme las manos, ¿eh? ¡Todos tenemos que dar algo!

Hay la costumbre – observó también el Pontífice – de solo hablar mal de los gobernantes y sobre las “cosas que no van bien”: “ves las noticias en la televisión y los apalean, apalean ; lees el periódico y lo mismo …. ¡siempre lo malo, siempre en contra!”. Quizás – continuó – “el gobernante, si, es un pecador, como lo era David, pero yo debo colaborar con mi opinión, con mi palabra, también con mi corrección” porque ¡todos “debemos participar al bien común!”. Y si “tantas veces hemos escuchado: que ‘un buen católico no se mezcla en política’, esto no es verdad, subrayó el Obispo de Roma, ese no es un buen camino”:

“Un buen católico no se inmiscuye en política”. Eso no es cierto. Este no es un buen camino. Un buen católico debe entrometerse en política, dando lo mejor de sí, para que el gobernante pueda gobernar. Y ¿qué es lo mejor que podemos ofrecer a los gobernantes? ¡La oración! Eso es lo que dice Pablo: “La oración para todos los hombres y para el rey y para todos los que están en el poder”. “Pero, Padre, aquella es una mala persona, debe ir al infierno…”. “Reza por él, reza por ella, para que pueda gobernar bien, para que ame a su pueblo, para que sirva a su pueblo, para sea humilde” ¡Un cristiano que no reza por los gobernantes no es un buen cristiano! “Pero, Padre, cómo puedo orar por esta persona que no va …”. “Reza para que se convierta.” Rezar. Y esto no lo digo yo, lo dice San Pablo, la Palabra de Dios”.
Por lo tanto – concluyó el Papa – “demos lo mejor de nosotros, ideas, sugerencias, lo mejor, pero sobre todo lo mejor está la oración. Oremos por los gobernantes, para que nos gobiernen bien, para que lleven a nuestra patria, a nuestra nación, y también al mundo adelante, para que exista la paz y el bien común”.
(RC-RV)

miércoles, 4 de septiembre de 2013

HOJA INFORMATIVA CURSILLOS DE CRISTIANDAD BURGOS - SEPTIEMBRE 2013


Ya te puedes descargar "Ultreya", la Hoja Informativa del Movimiento de Cursillos de Cristiandad de la Diócesis de Burgos correspondiente al mes de septiembre.

Ya sabes que puedes imprimirla y repartirla donde quieras... También la puedes enviar por correo electrónico a todos tus contactos...

Pincha en la imagen superior o en enlace siguiente para descargártela:


martes, 3 de septiembre de 2013

CONVOCATORIA DEL PAPA POR LA PAZ EN SIRIA

El Santo Padre anunció la convocatoria de esta jornada durante el rezo del Ángelus dominical en Roma. Un Ángelus en cuya alocución previa el conflicto sirio centró el mensaje del Papa que desatacó “no es la cultura del enfrentamiento, la cultura del conflicto la que construye la convivencia en los pueblos”.
La jornada de oración tendrá una especial vivencia en Roma donde desde las 19.00 y hasta las 24.00, tendrá lugar una jornada de oración y espíritu de penitencia continua.

Alocución del Santo Padre

“Queridos hermanos y hermanas ¡buenos días!
Hoy, queridos hermanos y hermanas, quisiera hacerme intérprete del grito que sube de todas partes de la tierra, de todo pueblo, del corazón de cada uno, de la única gran familia que es la humanidad, con angustia creciente: ¡es el grito de la paz! El grito que dice con fuerza:¡queremos un mundo de paz, queremos ser hombres y mujeres de paz, queremos que en nuestra sociedad, destrozada por divisiones y por conflictos, estalle la paz; nunca más la guerra! ¡Nunca más la guerra! La paz es un don demasiado precioso, que debe ser promovido y tutelado.

Vivo con particular sufrimiento y preocupación las tantas situaciones de conflicto que hay en nuestra tierra, pero, en estos días, mi corazón está profundamente herido por lo que está sucediendo en Siria y angustiado por los dramáticos desarrollos que se presentan.

Dirijo un fuerte llamamiento por la paz, ¡un llamamiento que nace de lo íntimo de mí mismo! ¡Cuánto sufrimiento, cuánta devastación, cuánto dolor ha traído y trae el uso de las armas en aquel martirizado país, especialmente entre la población civil e inerme! ¡Pensemos en cuántos niños no podrán ver la luz del futuro! Con particular firmeza condeno el uso de las armas químicas: les digo que tengo aún fijas en la mente y en el corazón las imágenes terribles de los días pasados! ¡Hay un juicio de Dios y también un juicio de la historia sobre nuestras acciones al que no se puede escapar! Jamás el uso de la violencia lleva a la paz. ¡Guerra llama guerra, violencia llama violencia!
Con toda mi fuerza, pido a las partes en conflicto que escuchen la voz de su propia conciencia, que no se cierren en sus propios intereses, sino que miren al otro como un hermano y emprendan con coraje y con decisión la vía del encuentro y de la negociación, superando la ciega contraposición. Con la misma fuerza exhorto también a la Comunidad Internacional a hacer todo esfuerzo para promover, sin ulterior demora, iniciativas claras por la paz en esa nación, basadas en el diálogo y en la negociación, por el bien de la entera población siria.

Que no se ahorre ningún esfuerzo para garantizar asistencia humanitaria a quien está afectado por este terrible conflicto, en particular a los evacuados en el país y a los numerosos prófugos en los países vecinos. Que a los agentes humanitarios, empeñados en aliviar los sufrimientos de la población, se les asegure la posibilidad de prestar la ayuda necesaria.
¿Qué podemos hacer nosotros por la paz en el mundo? Como decía el Papa Juan: a todos nos corresponde la tarea de recomponer las relaciones de convivencia en la justicia y en el amor (Cfr. Carta encíclica, Pacem in terris [11 abril de 1963]: AAS 55 [1963], 301-302).

¡Que una cadena de empeño por la paz una a todos los hombres y a las mujeres de buena voluntad! Es una invitación fuerte y urgente que dirijo a la entera Iglesia Católica, pero que extiendo a todos los cristianos de las demás Confesiones, a los hombres y mujeres de toda religión y también a aquellos hermanos y hermanas que no creen: la paz es un bien que supera toda barrera, porque es un bien de toda la humanidad.
Repito con voz alta: no es la cultura del enfrentamiento, la cultura del conflicto la que construye la convivencia en los pueblos y entre los pueblos, sino la cultura del encuentro, la cultura del diálogo: éste es el único camino hacia la paz.

Que el grito de la paz se eleve alto para que llegue al corazón de todos y todos dejen las armas y se dejen guiar por el anhelo de paz.
Por esto, hermanos y hermanas, he decidido convocar para toda la Iglesia el próximo 7 de septiembre, víspera de la fiesta de la Natividad de María, Reina de la Paz, una jornada de ayuno y de oración por la paz en Siria, en Oriente Medio, y en el mundo entero, y también invito a unirse a esta iniciativa, según el modo que considerarán más oportuno, a los hermanos cristianos no católicos, a los pertenecientes a las demás religiones y a los hombres de buena voluntad.

El 7 de septiembre, en la Plaza de San Pedro, aquí, desde las 19.00 y hasta las 24.00, nos reuniremos en oración y en espíritu de penitencia para invocar de Dios este gran don para la amada nación siria y para todas las situaciones de conflicto y de violencia en el mundo.

¡La humanidad tiene necesidad de ver gestos de paz y de escuchar palabras de esperanza y de paz! Pido a todas las Iglesias particulares que, además de vivir este día de ayuno, organicen algún acto litúrgico según esta intención.
A María le pedimos que nos ayude a responder a la violencia, al conflicto y a la guerra, con la fuerza del diálogo, de la reconciliación y del amor.
Ella es Madre: que Ella nos ayude a encontrar la paz. Todos nosotros somos sus hijos. Ayúdanos, María, a superar también este momento difícil y a empeñarnos a construir cada día y en todo ambiente una auténtica cultura del encuentro y de la paz.
María, Reina de la paz, ¡ruega por nosotros!
Todos: María, Reina de la paz, ¡ruega por nosotros!”