La Escuela del Movimiento de Cursillos de Cristiandad de la Diócesis de Burgos ha decidido aplazar el Cursillo de Cristiandad nº 232 que iba a celebrarse este fin de semana (21-22-23 de noviembre) en el Monasterio de San Pedro de Cardeña.
Aunque había algunos candidatos apuntados a vivir la experiencia de Cursillo, se ha creído preferible que hubiera más personas que pudieran gozar de ese momento de encuentro con Cristo que es el Cursillo.
Por ello, más que nunca, aunque todavía no tenemos la fecha de su celebración que se anunciará próximamente, es necesario trabajar, anunciar, rezar, comunicar, compartir, levantarse y ponerse en marcha para que el Cursillo de Cristiandad nº 232 sea una realidad en nuestra Diócesis. ¡Cristo cuenta con todos nosotros para anunciar y trabajar por su Reino! ¡No podemos quedarnos de brazos cruzados cuando es el mismo Señor quien nos urge a proclamar su Evangelio a todos los confines de la humanidad! Los cristianos tenemos un gran tesoro en Cristo, la perla que está deseando compartirse al mundo... Y los que hemos vivido un Cursillo de Cristiandad, momento de intensidad e intimidad con uno mismo, con una comunidad abierta y con el Señor, estamos convencidos que esta experiencia es buena para el hombre y la mujer de hoy que buscan profundizar en su fe o que, incluso, están buscando esa fe... ¡No importa las veces que podamos caer, sino las veces que nos dejamos levantar por el Señor que tiende sus brazos hacia nosotros para sostener nuestro caminar! Es tiempo de ponernos las pilas y dar testimonio a los que tenemos alrededor de nuestra vivencia de fe, así como de nuestra experiencia del Cursillo de Cristiandad. Es el momento de decir con fuerza el saludo de los peregrinos a Santiago de Compostela: "¡Ultreya! Más allá!... De colores
Y recuerda que todos los jueves la comunidad de Cursillos de Cristiandad de Burgos nos reunimos, a las ocho de la tarde, en el Colegio Ntra. Sra. de Lourdes, conocido como "El Zapatito", para compartir la fe y para seguir animándonos en el anuncio del Reino y en la manera de llevar a Cristo, sentido y felicidad de nuestras vidas, a las personas y ambientes con los que nos relacionamos... ¡Te esperamos! ¡No hace falta haber vivido el Cursillo para acudir a la reunión! ¡Serás bienvenido!
