miércoles, 11 de diciembre de 2013

TESTIMONIO DEL ÚLTIMO CURSILLO DE CRISTIANDAD


Me llamo Mª Teresa y he tenido la suerte y el regalo de Dios de haber podido realizar el Cursillo de Cristiandad número 230 de la Diócesis de Burgos celebrado del 22 al 24 de noviembre del 2013 en el Monasterio de San Pedro de Cardeña.

Soy una persona casada y madre de dos hijas de 21 y 16 años. Todos los días doy gracias a Dios por el esposo que me ha regalado y por estas dos hijas con las que ha bendecido nuestro amor.

Me defino como católica practicante y me encuentro bastante comprometida con mi Parroquia: La del Hermano San Rafael Arnaiz, donde imparto catequesis a niños de 8 y 9 años que se preparan para su primera comunión.. Llevo más de 12 años tratando de trasmitir la fe a estos niños y es una de las tareas más gratificantes porque me doy cuenta de que es el Señor el que actúa a través de mí.


Tuve el privilegio de educarme en un colegio religioso: Las Salesianas hijas de María Auxiliadora, y ellas dejaron en mi una formación religiosa que ha impregnado  toda mi vida espiritual. Desde siempre puedo decir que he sentido la mano amorosa de Dios Padre cuidándome y guiando todos mis pasos. Soy  plenamente consciente de su presencia en mi vida, sin la cual no sería la persona que soy ni tampoco estaría donde estoy. Siento una profunda inquietud religiosa que me lleva a formar parte de grupos cristianos donde desarrollo y fortalezco mi fe. Actualmente formó parte de un grupo de la Institución Teresiana, y procuro siempre que mis obligaciones me lo permiten, formarme mediante cursillos, charlas, conferencias, seminarios etc.…,

Con todos estos antecedentes, la verdad es que el realizar este Cursillo de Cristiandad, era solo cuestión de tiempo. En numerosas ocasiones se me había invitado, pero por distintas circunstancias nunca había llegado el momento. En esta ocasión fue la visión del cartel anunciador (aprovecho para dar las gracias a Lamberto  que ha sido la persona encargada de confeccionarlo) y el hecho de impartirse en un Monasterio al que yo tenía muchas ganas de conocer , de lo que se ha valido el Señor para que por fin lo haya realizado.

Este Cursillo, ha sido para mí  una experiencia muy enriquecedora que me ha servido para refrescar conceptos básicos y fundamentales de la Fe Cristiana. Se ha creado un clima de comunicación maravilloso entre todos los participantes y las personas que han impartido el cursillo. Hemos experimentado la generosidad de toda la Comunidad de Cursillos de Cristiandad a través de sus oraciones, la multitud de detalles que han tenido con nosotros hechos con tanto amor y dedicación , su ayuda incondicional para cualquier cosa que pudiéramos necesitar, etc.…, todo realizado con una gratuidad y servicialidad  hacia los demás que expresa el fundamento y base de la Comunidad y que yo he agradecido a todos públicamente porque a mi  de verdad me ha llegado a lo más profundo del corazón .


Para mi este Cursillo ha supuesto un parón en mi vida cristiana, porque me ha ayudado a recapacitar y a cuestionarme muy seriamente algo que todos sabemos en teoría pero que es mucho más difícil sentirlo realmente y comprometerse con ello, cuando decimos: YO SOY IGLESIA. Personalmente creo que tengo interiorizado el concepto pero no he sido nunca capaz de pregonarlo y luchar por ello. Me ha abierto los ojos y el SEÑOR directamente ha  llamado a mi alma y me ha dicho que tengo que ser discípulo suyo constantemente, que no vale con vivir un cristianismo digamos individual, sino que hay que dar ejemplo y más en este mundo actual. Esta llamada la he sentido cuando en uno de los momento más fuertes e impactantes se me ha dicho y preguntado: “Teresa: Cristo cuenta contigo”, y yo humildemente he contestado: “Y yo con EL”.

Todavía me emociono cuando escribo esto porque para mi fue como una profesión solemne, la aceptación de un compromiso. Sin  embargo reconozco que siento mucho miedo porque no me veo con fuerzas suficientes ni con preparación para ser digna discípula de Cristo. Todavía me falta mucha confianza para saber que con mis propias fuerzas poco puedo hacer y que tengo que aprender a abandonarme en el Señor y dejar que el actué a través de mi.

Para mí han sido muy importantes las experiencias vitales que han compartido con nosotros las personas que han impartido el cursillo. Sentir  como en todo momento se ponían en manos del Espíritu Santo confiando plenamente en EL. He palpado la importancia y la fuerza de la oración, y me he emocionado al sentir que muchísimas personas que no nos conocían han sido capaces de rezar por todos nosotros: comenzando por nuestras madrinas: Las Madres Agustinas Canónigas de Santa Dorotea y numerosas comunidades de cursillos de cristiandad de España y del Mundo entero.

Doy las gracias a todos los que han orado por nosotros y pido al Señor que nos guie en este nuevo caminar de la mano de esta nueva Comunidad que nos ha acogido con tanto cariño.

A partir de ahora, siempre  !!! DE COLORES!!! 

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