San
Pablo nuestro Patrón, nuestro modelo a imitar. Siempre me gustó San
Pablo, hombre vigoroso, valiente, “echao pa lante” defendiendo a
muerte lo que creía.
Siempre
he pensado que era el modelo, el patrón justo para las personas que
hemos vivido un Cursillo de
Cristiandad (yo quería ser
como él)
hace 35 años cuando hice mi cursillo, pero lo mejor de todo es que
sigo queriéndolo ser ahora. ¿Y no me he cansado de intentarlo
durante tanto tiempo? Pues no, porque también he aprendido en esta
escuela de vida constante qué
es la comunidad de
cursillos, que lo
importante no es caer, sino levantarte siempre….siempre. ¿Verdad
Sebas?
Pero
este año al celebrar una vez más a nuestro patrón lo he vivido de
una forma especial. He sentido en mi cuerpo débil cómo el Señor me
llama para dejar ver su fortaleza ¿verdad Fernando? Me ha parecido
precioso entender que soy resto de Dios y no residuo, y junto a todos
vosotros somos un resto muy válido para el Señor.
El
resto es…la masa madre, el residuo….el pan duro.
He
presumido y me he alegrado infinito al ver en la mesa de la
Eucaristía, tantos sacerdotes pidiendo al Señor junto a nosotros
por esta Iglesia diocesana y doméstica que formamos todos, hemos
compartido misa y mesa como le gusta al Señor hacer con sus
discípulos.
¿Qué
más se puede pedir? Gracias San Pablo por ser una vez más la
excusa para ver al Maestro en cada uno de nosotros
Gracias
al Vicario General, (para nosotros humanamente hablando es muy
importante sentirnos unidos y mirando en la misma dirección que
nuestra Iglesia Diocesana). Una pregunta Fernando, ¿tú has vivido la
experiencia de un Cursillo? (es pregunta inocente, “sin segundas”)
Gracias
P. Mauri, cómo se alegran las cursillistas veteranas al verte, y las
jóvenes también, ya sabes que el pelo blanco da mucha
prestancia.
Gracias
a nuestro Consiliario “emérito”… En dos palabras, como siempre,
discreto y fiel.
Y
qué listo es el Señor, que nos ha puesto un nuevo consiliario.
Ángel, gracias por haber captado tan pronto nuestro ser y sentir,
gracias por esa “chispa” que tanto nos gusta y nos anima.
Gracias
a todos por mantener viva esta comunidad de vida cristiana que tanto
bien nos hace a cada uno de nosotros y que tanto bien podemos hacer
cada uno de nosotros a los demás de nuestro alrededor porque ya
sabéis…la luz no se puede esconder dentro del celemín ¿verdad
Mamen?
Un
beso de colores¡¡
Chus Delgado
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