Hemos sido 20
personas afortunadas las que hemos tenido la dicha de representaros a todos
vosotros, al Movimiento de Cursillos de Cristiandad de la Diócesis de Burgos,
en este gran acontecimiento.
Han sido dos días de
apretada y apresurada "convivencia', pues se amontonaban los actos.
Yo ya me imaginaba
que Fátima con nueve o diez mil cursillistas en seis distintas lenguas, iba a
resultar un poco lento, algún acto así fue, pero eso no importaba mucho, pues
la alegría y la amistad lo llenaba todo. Era una gozada sentir en la sonrisa de
los diez mil, el cariño y la alegría de saber que tenemos algo muy grande en
común, el deseo de evangelizar con nuestro testimonio y nuestro método del
Movimiento.
Los testimonios han
sido enormes, muy gratificante saber y mostrando su gran amor y agradecimiento
al Movimiento, sintiéndose Iglesia, sirviendo a la Iglesia y amando mucho a la
Iglesia.
Y todo esto
viviéndolo en un lugar como es Fátima, parece que aun toma más sentido,
recordando la sencillez de aquellos tres pastorcillos, a los que la Madre
reveló tan grandes misterios.
En verdad que hemos
tenido muy presentes a nuestra Ultreya, habéis estado todos y cada uno allí
entre nosotros. Hemos sido conscientes de que no importa eso de ser pocos en
nuestra comunidad de Burgos y que seamos mayores.… Contamos con el apoyo del
Espíritu Santo y el apoyo de esos diez mil hermanos, y muchos más, repartidos
por el mundo.
El Papa Francisco ha
enviado a la Ultreya a un Cardenal, para presidir y vivir estos actos,
acompañado de quince Obispos y unos cien sacerdotes, y con todos ellos vivimos
la Eucaristía de la Clausura que al ser repetidas algunas partes en los
distintos idiomas, resultó tan solemne como larga.
La primera tarde,
presenciamos la tertulia de Eduardo Bonín, con todos los mallorquines que
habían compartido Cursillos y reuniones de grupo a lo largo de muchos años con
él. Fueron vivencias profundas de la entrega, amor y dedicación que siempre
tuvo para todos.
La segunda tertulia
fue para Sebastián Gayá, impresionante el testimonio de Goyi que, durante
muchos años, compartió vida, cursillos, escuelas y profunda amistad con él.
Otro testimonio
también fue el de un sacerdote que, después de hacer un cursillo en Madrid en
aquellos años, acabó descubriendo su vocación sacerdotal y sigue como
Misionero en República Dominicana
trabajando con cursillistas.
Acabamos con la
Eucaristía y la cena ya precipitada, para asistir a la procesión de las
antorchas que, os podéis imaginar lo impresionante que era viendo a miles y
miles de personas cantando a María en la oscuridad de la noche.
La Ultreya
propiamente dicha fue el sábado a la tarde, pero antes hubo un acto precioso en
la Capilla de las Apariciones consagrando a María el MCC de todo el mundo. Fue
un gran gesto, para ratificar que Ella está muy presente en nuestros cursillos
aunque no tenga un "rollo" en exclusiva.
La Basílica de la
Santísima Trinidad, donde tuvo lugar la Ultreya, repleta de personas, banderas
y cantos del “De Colores”, fue un gozo y una alegría impresionante.
Intervinieron cinco
Presidentes del Organismo Mundial de Cursillos, y el "rollo" central,
igual que los anteriores, se centraba e insistía en la amistad, como base de
toda nuestra labor, amistad y cariño entre nosotros, para llevar el Mensaje a
los alejados.
También fue muy
especial que, en la primera tarde de las tertulias, el grupo de jóvenes de las
Escuelas de Madrid intervinieran con canciones y bailes, dando aún más alegría
y entusiasmo a esta Ultreya que, ha sido una gracia especial el haber podido
vivirla tan de cerca.
Volvemos con más
ganas aún de trabajar en este Movimiento pues, como nos repetían de vez en
cuando, "É HORA DOS CURSILHOS".
!!DE COLORES!!
Fernando Varas
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