"Antes de la fiesta de Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo" (Jn 13, 1)
¡Con gran gozo y alegría hoy celebramos un día importante, un día grande! El Señor se regala, por ilimitado amor a toda la humanidad, sin restricciones, sin enmiendas, se entrega totalmente Él ... Y no lo hace de manera teórica sino vivencial, vivida, sufrida y de forma ilimitada...
En este día instituye la Eucaristía, la gran celebración cristiana de la presencia perenne de Cristo en medio del mundo a través de los sacerdotes. ¡Cristo está presente para que acudamos a Él!¡No demos la espalda al Señor que nos está esperando, como el Padre misericordioso, para abrazar nuestro corazón!
Corazón llamado a amar al mundo y construir el Reino de Dios aquí y ahora. Por eso, para dar ejemplo del nuevo mandamiento del amor, el Señor se pone al servicio de toda la humanidad y ante el hombre, Él que es el verdadero Hombre, se inclina para lavarle sus pies y toda su vida... "¡Amaos unos a otros como yo os he amado! En esto reconocerán todos que sois mis discípulos: en que os amáis unos a otros."
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