Nace el niño Dios,
Rey celestial,
gloria infinita en el cielo
y en la tierra a los hombres paz.
El Padre se encarna
para llevar la felicidad
a un mundo que vive
inmerso en el mal.
Ya nace la esperanza
para toda la eternidad,
se renueva la Alianza
perdida en Eva y Adán.
Cantan ángeles en el cielo
villancicos para libertad,
porque ha nacido el alimento
para una nueva humanidad.
Alegría que llena el mundo
de amor y de bondad,
los hombres serán hermanos
y siempre se amarán.
El Niño Jesús ha venido
y como siempre vendrá
todos los días de nuestra vida
para mostrarnos la verdad.
Lástima que, a veces, escondidos
en nuestra ingratitud,
no veamos en los hermanos
el nacimiento de la luz.
Nos alegramos juntos y unidos
porque es Navidad,
pero Cristo nace en todo momento
y en cualquier lugar.
Nace en el pobre, en el enfermo,
en la prostituta y en la soledad
de los hombres a los que damos
nuestra sentencia final...
Acudamos al pesebre,
al pesebre de la sinceridad,
si nace Dios en la pobreza,
pobres le iremos a buscar...
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