MENSAJE SEMANAL DEL ARZOBISPO DE BURGOS
(20/01/2013)
Los flujos migratorios son “un
fenómeno que impresiona por sus grandes dimensiones, por los problemas
sociales, económicos, políticos, culturales y religiosos que suscita, y por los
dramáticos desafíos que plantea a las comunidades nacionales y a la comunidad
internacional”. Estas palabras del Mensaje de Benedicto XVI para la Jornada
Mundial de las Migraciones del año 2013, son una llamada a los cristianos y,
más en concreto, a los de España.
La Iglesia que peregrina en España, pastores y
fieles, lejos de vivir de espaldas a esta realidad, está mostrando una gran
sensibilidad y solidaridad hacia los emigrantes. Como decimos los Obispos en el
citado Mensaje, “asombra, a pesar de la escasez de medios y recursos, la
multitud de iniciativas eclesiales, algunas admirables, que se realizan en
nuestra Iglesia a favor de los inmigrantes”. Pero esto no puede ser una excusa
sino una fuerte llamada a seguir trabajando y ampliando nuestro radio de
acción.
Entre las acciones más urgentes y necesarias cabe
señalar éstas: la defensa de los derechos de las personas migrantes, la
promoción de una cultura hospitalaria, la integración, la superación del
asistencialismo, la formación y, por supuesto, la creación de puestos de
trabajo. Así mismo, es importante apelar al sentido de responsabilidad política
y social de las autoridades para que -como señalamos los Obispos- “los costes
de la crisis no recaigan sobre los inmigrantes, arbitrando más bien las medidas
necesarias para que reciban las ayudas sociales oportunas”.
Por otra parte, ante el aumento de los casos en
que es necesario cubrir las necesidades más elementales: comida, vestido, salud
y vivienda, es muy oportuno recuperar la colecta que antes se hacía con motivo
de la Jornada, y así potenciar la ayuda pastoral a favor de los inmigrantes. En
este sentido animo a los sacerdotes, especialmente a los de las parroquias
grandes, a realizar esta colecta y ponerla al servicio de Cáritas para que
atienda los casos más graves y urgentes, primando a las familias.
Con todo, la ayuda material y humana que hemos de
prestar a los inmigrantes no puede hacernos olvidar que hemos de anunciarles el
evangelio. Como decimos los obispos en el Mensaje para la Jornada de las
Migraciones, “se dice que la Iglesia evangelizando promociona y promocionando
evangeliza. Es verdad. No es bueno separar ambas dimensiones, pero tampoco es
bueno confundirlas. En la Iglesia todo o casi todo es pastoral”, pero “la
dimensión más netamente pastoral, es el servicio a la fe”. Por eso, no sólo hay
que preocuparse de “los servicios que brotan de la fe” sino del “servicio a la
fe”.
¡Ojalá que “los hermanos bautizados en la Iglesia
Católica, venidos de otros países, puedan encontrar en nuestras parroquias su
propia casa”!, y que ellos y nosotros seamos conscientes de “que lo mejor que
nuestra Iglesia puede ofrecer a nuestros hermanos los hombres no son ni
siquiera sus obras sociales sino a nuestro Señor Jesucristo; con Él todo lo
demás viene por añadidura” (Mensaje de los Obispos de España para el Día de las
Migraciones 2013).
† Francisco Gil Hellín
Arzobispo de Burgos
Arzobispo de Burgos
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