Déjame Señor verte
a mi alrededor...
En todas las cosas
grandes y pequeñas,
en aquello que me parece
incluso insignificante.
Que sepa apreciarte
tal y como te presentas,
en lo sencillo y humilde,
en lo bello y agradable...
Y libérame, Padre,
de las cadenas
que no me dejan caminar hacia Tí.
Dame fuerza para romperlas,
hacerlas añicos y despertar
para de tu presencia disfrutar...
El conformismo, la comodidad,
mi CORAZON DE PIEDRA,
todo ello me impide amar.
Ayúdame, Padre,
a entregarme a los demás...
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