Contemplo el firmamento
y descubro miles de estrellas
que llevan tu nombre... Nombre
infinito de salvación
y entrega ilimitada.
¿Dónde está la senda,
estrella mía,
que me lleve hacia el amor?
Hay tantos luceros
y solamente unos pocos
tienen la última respuesta,
la primera y más bella palabra.
Hoy te estoy buscando, nueva esperanza,
en la noche que dicen buena,
para soñar contigo,
esperada y floreciente primavera...
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