Hola amigos, soy Begoña, Cursillista del 235 y aquí tenéis mi testimonio... En primer lugar os diré que estoy feliz de haber vivido el Cursillo y además quiero dar las gracias a mi gran amiga Esther, pues fue ella la me insistió en ir y, como es un "rato tozuda", hasta que no lo consiguió no paró... Gracias Esther.
La experiencia fue genial. Yo iba un poco extraña pues no sabía lo que era, pero salí encantada... Los compañeros cursillistas, los sacerdotes y el equipo maravillosos. Parecía que nos conocíamos de toda la vida cuando nos acabábamos de ver. En el Monasterio de San Pedro de Cardeña, los monjes nos atendieron tan bien que no tienen nada que envidiar a un hotel de cinco estrellas.
Gracias a todos y a nuestras madrinas, las Hermanas Cistercienses de San Bernardo, más conocidas como las Bernardas, que son un encanto... De colores!!!
Begoña
CC235
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