domingo, 18 de diciembre de 2011

EL PASTOR ADORANDO A DIOS

Y al mirarte, niño pequeño,
contemplo mi pasado...
Yo nací en un monte desierto
y nadie acudió a visitarme.
Mi padre, hombre entregado,
jamás me conoció...
Y, ¿cuando podré encontrarle?

Mi infancia discurrió en el valle
y en las montañas con las cabras.
Tocaba en la noche la flauta,
y esperaba. Siempre esperaba.
Nada tenía, sólo una alforja
con unas pocas habas.
Vinieron los poderosos
y me arrebataron rebaño y entrañas.

Y marché a tierras lejanas.
Busqué trabajo en la ciudad
y todos me explotaban.
Moría de hambre y frio
y regresé a las montañas,
cuidando rebaños ajenos 
y deseando tu llegada.

Y aqui te encuentro. Como yo.
Muertos de hambre y frio
estamos los dos.
A mi lado de hallo. Callo.
Porque eres pobre, te amo...

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