miércoles, 7 de diciembre de 2011

MEDITACIONES HNO. SAN RAFAEL

¡Qué grande es Dios! 
¡Qué bien ordena los acontecimientos siempre para su gloria!
¡Sólo Dios llena el alma..., y la llena toda!

La verdadera felicidad se encuentra en Dios 
y solamente en Dios.
El que no tiene a Dios necesita consuelo; 
pero el que ama a Dios, ¿qué más consuelo?

¡Cómo se inunda mi alma 
de caridad verdadera hacia el hombre, 
hacia el hermano débil, enfermo...! 
Si el mundo supiera lo que es amar un poco a Dios, 
también amaría al prójimo.
Al amar a Jesús, se ama lo que El ama.
La única verdad es... Cristo.

He hecho el votó de amar siempre a Jesús. 
Virgen Maria, ayúdame a cumplir mi voto.
Para Jesús todo, y todo, 
para siempre, para siempre.
No le bastó a Dios entregarnos 
a su Hijo en una Cruz, 
sino además nos dejó a Maria.
Honrando a la Virgen, amaremos más a Jesús; 
poniéndonos bajo su manto, 
comprenderemos mejor la misericordia divina.
¡Qué grande es Dios, qué dulce es María!

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