lunes, 23 de enero de 2012

GUÍAME SEÑOR


"Me enseñarás el sendero de la vida..." (Sal 15, 11)

Guíame, Señor mío, a través de la senda
de mi pobre existencia,
porque necesito, mi Dios, tu luz
y también toda tu infinita paciencia.
Soy torpe, débil y cobarde,
pero te deseo, de corazón amar,
con toda esta pobreza
pero con ganas de todo tu ser encontrar
en medio de cualquier camino,
en la alta montaña o en el inmenso mar...
Porque no hay mayor alegría
que sentir que conmigo estás...
Es el gozo de tu presencia,
es el empuje para caminar,
es la ternura de tus besos
es tu forma de acariciar,
lo que mi alma, en Ti Señor, quiere hallar...
¡Dios mío, Tú eres la única felicidad!

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