miércoles, 11 de enero de 2012

LA PALMA DE TU MANO...

"Mira, en mis palmas te llevo tatuada, 
tus muros están siempre ante mí" (Is 49, 16)

Contemplo mi nombre en la palma
de tus trabajadas manos,
está entero y siempre lo recuerdas...
Por Tí, Señor, me siento amado.
Toda la humanidad,
sin faltar ninguno y junto a mi nombre,
en tus manos tatuada está.
¡No olvides a tus criaturas
que te buscan y te quieren encontrar!

Y por mi ser fluye
todo el gozo y la alegría
de contemplar tus bellas manos
llenas de hijos que te necesitan...
Mis muros están siempre ante Tí,
destrúyelos con tu infinito amor
para que puedas vivir en mí,
y yo pueda con ello sentir
toda tu presencia embrigadora
y tus caricias sin principio ni fin.
¡Aleluya, Señor mío!
Hoy descubro y siento que tus manos
construyen un mundo nuevo 
para hacer al hombre feliz...

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